miércoles, 6 de febrero de 2019

La Investigación Acción Participativa

La Investigación Acción Participativa, es una metodología de investigación que en la actualidad está generando en la Sociedad una mayor capacidad de respuestas a los problemas de dicha Sociedad, ya que el estudio se realiza en la comunidad no solamente por medio de un investigador que estudie la problemática desde afuera, sino que de manera integrada se involucre con cada uno de los miembros de la comunidad, para estudiar los problemas, y las posibles soluciones.
En el desarrollo de este tema estaremos estudiando acerca de la manera de investigar, que es la I.A.P.; enfoques, ejes centrales en que se basa, métodos, finalidad, origen y evolución, entre otros aspectos importantes que conciernen a la Investigación Acción Participativa.
MANERAS DE INVESTIGAR:
Hay la manera tradicional de investigar científicamente, en la cual una persona capacitada o grupo capacitado (sujeto de la investigación), aborda un aspecto de la realidad (objeto de la investigación), ya sea para comprobar experimentalmente una (s) hipótesis (investigación experimental), o para describirla (investigación descriptiva), o para explorarla (investigación exploratoria). Generalmente, en este tipo de investigación, la comunidad en la que se hace la investigación, o para cual se hace, no tiene injerencia en el proceso, ni en los resultados; ella, solo puede llegar a conocer las conclusiones, sin quitar los valores que tiene.
En este siglo, y más, en estas últimas décadas, sin perder el carácter de cientificidad, han nacido otros enfoques de investigación científica, buscando mayor participación y apropiación del proceso y de los resultados por parte de la comunidad involucrada. En estos nuevos enfoques se ubica la Investigación - Acción - Participación (IAP).
IAP es la sigla de: Investigación - Acción - Participación.
Es un enfoque investigativo y una metodología de investigación, aplicada a estudios sobre realidades humanas.


Como enfoque se refiere a una orientación teórica (filosofía, marco teórico) en torno a cómo investigar.
Como metodología hace referencia a procedimientos específicos para llevar adelante una investigación - estudio científico diferente a la investigación tradicional; es una manera concreta de llevar adelante los pasos de la investigación científica de acuerdo con su enfoque.
La novedad puede ubicarse en el sentido e implicación de las dos palabras que acompañan la primera (investigación): Acción - Participación.
No es solo investigación, ni solo investigación participativa, ni solo investigación -Acción; implica la presencia real, concreta y en interrelación de la Investigación, de la Acción, y de la Participación.
EL ENFOQUE DE LA IAP:
La IAP nace en los años 70, con base en la orientación sociológica de la teoría de la dependencia - Liberación, orientación que fue siendo asumida por las ciencias humanas, las ciencias de la educación, la pastoral y la misma teología. Uno de sus aspectos claves es el dar el valor que se merece, la acción - la praxis (acciones que conducen al cambio estructural) y el valor que tiene la comunidad toda, aun aquella a la que no se le ha permitido la capacitación el colegios u universidades (la clase pobre).
  • Es investigación: Orienta un proceso de estudio de la realidad o de aspectos determinados de ella, con rigor científico.
  • Es acción (asistencialista, o solidaria, o transformadora): En esta investigación hay acción la cual es entendida no solo como el simple actuar, o cualquier tipo de acción, sino como acción que conduce al cambio social estructural; esta acción es llamada por algunos de sus impulsores, praxis (proceso síntesis entre teoría y práctica), la cual es el resultado de una reflexión - investigación continua sobre la realidad abordada no solo para conocerla, sino para transformarla; en la medida que haya mayor reflexión sobre la realidad, mayor calidad y eficacia transformadora se tendrá en ella. Es importante tener en cuenta que no hay que esperar el final de la investigación para llegar a la acción, pues todo lo que se va realizando en el proceso es acción y a la vez va incidiendo en la realidad.
  • Es participativa:Es una investigación - acción realizada participativamente. La investigación no es solo realizada por los expertos, sino con la participación de la comunidad involucrada en ella; quiere superar la investigación al servicio de unos pocos (una clase privilegiada), y la investigación para las universidades - bibliotecas solamente.
La investigación y la ciencia deben estar al servicio de la colectividad; busca ayudarle a resolver sus problemas y necesidades y ayudar a planificar su vida.
La IAP se realiza con una óptica desde dentro y desde abajo: desde dentro de la comunidad estudiada; desde abajo pues lleva a la participación incluso a quienes no han podido a estudiar (los más pobres).
Los problemas a investigar son definidos, analizados y resueltos por los propios afectados. La participación no es una posibilidad que se da a la comunidad en general, sino hacer realidad el derecho de todos a ser sujetos de historia, o sea sujetos de los procesos específicos que cada grupo va llevando adelante.
La meta es que la comunidad vaya siendo la autogestora del proceso, apropiándose de él, y teniendo un control operativo (saber hacer), lógico (entender) y crítico (juzgar) de él.
Este enfoque implica un replanteamiento epistemológico, político, y por tanto metodológico; no es hacer lo mismo de antes, pero ahora con la participación de la comunidad, sino investigar desde una nueva óptica - perspectiva en - con - para la comunidad.
. Epistemológicamente: supone romper con el binomioclásico de sujeto y objeto de la investigación. Esto supone un cambio grande en las concepciones de trabajo científico, de la metodología y de la teoría misma. Todos son sujetos y objetos de investigación, lo cual implica que la verdad - ciencia - teoría se va logrando en la acción participativa comunitaria. La teoría va a ser resultado del aporte popular, leído, justificado, convalidado, orientado por los métodos científicos ; desde ese punto de vista, todos aportan: el pueblo - miembros de una comunidad, los técnicos, los expertos...
. Políticamente: supone el que toda investigación parta de la realidad con su situación estructural concreta, la reflexión, para ayudar a transformarla creativamente, con la participación de la comunidad implicada. El objeto final es la transformación de la realidad social en beneficio de las personas involucradas; esto implica operar también al interno de sistema vigente.
. Metodológicamente: supone un proceso modesto y sencillo al alcance de todos ("la ciencia no deja de ser ciencia por ser modesta" Fals Borda), pero a la vez que lleve: a la participación procesual, a asumir crítica y estructuralmente la realidad, a la reflexión seria y profunda de sus causas y tendencias, a conclusiones científicas, a estrategias concretas y realizables, a una planeación, a una praxis - acción renovada y transformadora en la que vaya interviniendo toda la comunidad, a una continua reflexión sobre la praxis para hacerla cada vez más liberadora y transformadora de la realidad.
Se trata de una metodología que permite desarrollar un análisis participativo, donde los actores implicados se convierten en los protagonistas del proceso de construcción del conocimiento de la realidad sobre el objeto de estudio, en la detección de problemas y necesidades y en la elaboración de propuestas y soluciones.
Con el fin de detectar esas demandas reales relacionadas con el objeto de estudio y concretarlas en propuestas de acción ajustadas a necesidades sentidas, se desarrolla un proceso de investigación que apunta a la transformación mediante el trabajo con colectivos, asociaciones, grupos de vecinos/as y otros actores del municipio con sensibilidades o intereses comunes, lo cual facilita una movilización hacia la implicación ciudadana que favorece la creatividad social en beneficio de toda la comunidad local. El conocimiento de la realidad se construye progresivamente en un proceso participativo en el cual los actores implicados "tienen la palabra", y de este modo se crean las condiciones que facilitan espacios de reflexión, programación y acción social relacionados con los problemas que plantea el objeto de estudio.
Para crear esas condiciones necesarias se aplica un procedimiento de investigación riguroso bajo el enfoque de la denominada Investigación-Acción Participativa (IAP), que propone intervenir de forma integral e integradora en el territorio. Tal procedimiento investigador persigue la elaboración de un conocimiento sobre el objeto de estudio que sea útil socialmente y que permita la implementación de Planes de Acción Integral, donde la participación ciudadana, plena y consciente, sea un eje articulador básico. Por eso se trabaja con grupos humanos, con el fin de transformar su entorno, a partir del conocimiento crítico de la realidad que les rodea y de la puesta en marcha de un conjunto de estrategias y propuestas vertebradoras.
La IAP no ofrece una batería de respuestas y soluciones a los problemas, sino que propicia la conversación y el diálogo como mecanismos con los que crear procesos donde los sujetos afectados aporten, tras la reflexión, soluciones a sus problemas. Construyendo las respuestas con los distintos agentes sociales y ciudadanos del municipio se abre un gran abanico de posibilidades, pero las respuestas, soluciones y propuestas de acción se ajustarán más a la realidad concreta, en la medida en que han sido participadas y compartidas por la ciudadanía en el proceso de investigación-acción.
EJES CENTRALES EN QUE SE BASA (I.A.P)
Los ejes centrales en que se basa el desarrollo de una Investigación-Acción-Participativa son los siguientes:
- En primer lugar, se han de delimitar unos objetivos a trabajar que responden a la detección de determinados síntomas, como por ejemplo: déficits de infraestructuras, problemas de exclusión social, etc.
- A esta etapa de concreción le siguen otras de apertura a todos los puntos de vista existentes entorno a la problemática y objetivos definidos: se trata de elaborar un diagnóstico y recoger posibles propuestas que salgan de la propia praxis participativa y que puedan servir de base para su debate y negociación entre todos los sectores sociales implicados.
- Esta negociación es la que da lugar a una última etapa, de cierre, en la que las propuestas se concretan en líneas de actuación y en la que los sectores implicados asumen un papel protagonista en el desarrollo del proceso. - La puesta en marcha de estas actuaciones abre un nuevo ciclo en el que se detectarán nuevos síntomas y problemáticas, y en el que cabrá definir nuevos objetivos a abordar.
En todo este proceso cabe resaltar la importancia de dos elementos: la comisión de seguimiento y el grupo de investigación-acción-participativa o GIAP.
Se trata de una comisión que reúne a todas las entidades potencialmente interesadas en debatir el proyecto en cada una de sus etapas: equipo investigador, representantes del tejido asociativo y de la administración (políticos y técnicos).
El número de integrantes no es fijo, sino que variará en cada investigación dependiendo del territorio y del momento del proceso. La idea es que, a medida que la investigación llegue a más sectores organizados, éstos se vayan integrando en las reuniones de la comisión.
Los objetivos de esta comisión son la realización del seguimiento, la supervisión y la reorientación de la investigación; el planteamiento y el debate de los diferentes puntos de vista en torno al tema planteado; y el debate y la negociación de las propuestas.
Aspectos a tener en cuenta para un buen funcionamiento de la comisión son: fijar una frecuencia bimestral o trimestral de reuniones; evitar que la comisión interfiera en el día a día de la investigación, ya que su presencia constante podría alterar el contacto con la base social; presencia de uno o dos miembros del equipo investigador como secretarios que vayan recogiendo las intervenciones y anotando cualquier aspecto relevante en la relación entre los participantes.
Por último, es importante que los miembros de la comisión se comprometan a dar publicidad a la investigación, con el fin de que en las posteriores reuniones se puedan ir incorporando nuevas asociaciones e instituciones.
Se trata de un grupo mixto formado por el equipo investigador y vecinos de la comunidad que tiene por objetivo participar de forma activa en el proceso.
La captación de vecinos se puede iniciar en la primera reunión de la comisión de seguimiento, pero es importante que no se apunten presidentes ni dirigentes comunitarios, sino gente de la base asociativa (especialmente mujeres y jóvenes) y no asociada. En cuanto a la cantidad de vecinos, a partir de 3 personas se puede constituir un GIAP, aunque es recomendable que el número de vecinos no sea inferior al del número de miembros del equipo investigador.
Se pretende que este grupo asuma una alta corresponsabilidad y protagonismo a lo largo del proceso, tanto por lo que se refiere al diseño de la investigación, como al análisis de los materiales de campo y a la capacidad para elaborar propuestas.
Estos vecinos pueden aportar, entre otros aspectos, conocimientos e informaciones básicas sobre el territorio y la comunidad, proporcionar y realizar contactos con la base social, definir cuáles son las relaciones sociales y posicionamientos de los diferentes grupos de la comunidad, etc. Incluso pueden llegar a formar plataformas estables dinamizadoras de la comunidad, asumiendo la realización, evaluación y retroalimentación de los proyectos elaborados.
La frecuencia de reuniones variará según el tipo de grupo y el momento de la investigación, aunque se aconseja una reunión semanal o quincenal. Además, es importante que en las primeras reuniones el equipo investigador asuma un papel más activo y dinamizador del grupo.
Método de investigación y aprendizaje colectivo de la realidad, basado en un análisis crítico con la participación activa de los grupos implicados, que se orienta a estimular la práctica transformadora y el cambio social.
El método de la investigación-acción participación (IAP) combina dos procesos, el de conocer y el de actuar, implicando en ambos a la población cuya realidad se aborda. Al igual que otros enfoques participativos, la IAP proporciona a las comunidades y a las agencias de desarrollo un método para analizar y comprender mejor la realidad de la población (sus problemas, necesidades, capacidades, recursos), y les permite planificar acciones y medidas para transformarla y mejorarla. Es un proceso que combina la teoría y la praxis, y que posibilita el aprendizaje, la toma de conciencia crítica de la población sobre su realidad, su empoderamiento, el refuerzo y ampliación de sus redes sociales, su movilización colectiva y su acción transformadora.
En cada proyecto de IAP, sus tres componentes se combinan en proporciones variables. a) La investigación consiste en un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que tiene por finalidad estudiar algún aspecto de la realidad con una expresa finalidad práctica. b) La acción no sólo es la finalidad última de la investigación, sino que ella misma representa una fuente de conocimiento, al tiempo que la propia realización del estudio es en sí una forma de intervención. c) La participación significa que en el proceso están involucrados no sólo los investigadores profesionales, sino la comunidad destinataria del proyecto, que no son considerados como simples objetos de investigación sino como sujetos activos que contribuyen a conocer y transformar su propia realidad.
La finalidad de la IAP es cambiar la realidad y afrontar los problemas de una población a partir de sus recursos y participación, lo cual se plasma en los siguientes objetivos concretos: a) Generar un conocimiento liberador a partir del propio conocimiento popular, que va explicitándose, creciendo y estructurándose mediante el proceso de investigación llevado por la propia población y que los investigadores simplemente facilitan aportando herramientas metodológicas. b) Como consecuencia de ese conocimiento, dar lugar a un proceso de empoderamiento o incremento del poder político (en un sentido amplio) y al inicio o consolidación de una estrategia de acción para el cambio. c) Conectar todo este proceso de conocimiento, empoderamiento y acción a nivel local con otros similares en otros lugares, de tal forma que se genere un entramado horizontal y vertical que permita la ampliación del proceso y la transformación de la realidad social.
En la IAP se siguen básicamente cuatro fases, aunque no siempre se diferencian nítidamente unas de otras. a) La observación participante, en la que el investigador se involucra en la realidad que se estudiará, relacionándose con sus actores y participando en sus procesos. b) La investigación participativa, en la que se diseña la investigación y se eligen sus métodos, basados en el trabajo colectivo, la utilización de elementos de la cultura popular y la recuperación histórica.
El investigador presenta al grupo los diversos métodos disponibles para la obtención de información, explicándoles su lógica, eficacia y limitaciones, para que aquél los valore y elija en base a los recursos humanos y materiales disponibles. Para la recogida de información se usan técnicas como la observación de campo, la investigación en archivos y bibliotecas, las historias de vida, los cuestionarios, las entrevistas, etc.
La información es recogida, y luego sistematizada y analizada, por la propia comunidad, siendo el papel del investigador de mero facilitador. c) La acción participativa implica, primero, transmitir la información obtenida al resto de la comunidad u otras organizaciones, mediante reuniones, representaciones teatrales u otras técnicas, y, además, con frecuencia, llevar a cabo acciones para transformar la realidad. d) La evaluación, sea mediante los sistemas ortodoxos en las ciencias sociales o simplemente estimando la efectividad de la acción en cuanto a los cambios logrados, por ejemplo en cuanto al desarrollo de nuevas actitudes, o la redefinición de los valores y objetivos del grupo (Guzmán et. al, 1994).
En cuanto a su origen y evolución, la IAP surge en los años 70, en un clima de auge de las luchas populares y ante el fracaso de los métodos clásicos de investigación en el campo de la intervención social. Sin embargo, sus precedentes se hallan en el concepto de "investigación-acción" acuñado por Kurt Lewin en 1944, entendido como un proceso participativo y democrático llevado a cabo con la propia población local, de recogida de información, análisis, conceptualización, planificación, ejecución y evaluación. Se trataba de una propuesta que rompía con el mito de la investigación estática y defendía que el conocimiento se podía llevar a la esfera de la práctica, que se podían lograr de forma simultánea avances teóricos, concienciación y cambios sociales.
Estas formulaciones fueron retomadas a fines de los 60 en Latinoamérica, por diferentes iniciativas y enfoques comprometidos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad social. Fue clave para ello el brasileño Paulo Freire y su obra __La pedagogía de los oprimidos, __de 1968, en la que argumenta que los pobres están capacitados para analizar su propia realidad. En consecuencia, se asume que la identificación y consolidación de los conocimientos y capacidades que poseen los pobres pueden utilizarse como herramientas para su propio empoderamiento. Esta perspectiva contribuyó a una reconceptualización del trabajo social con los sectores vulnerables, así como a una expansión de la educación de adultos y la educación popular.
Posteriormente, en 1977, varios enfoques partidarios de combinar la reflexión con la acción transformadora confluyeron en el Simposio Mundial sobre el Investigación-Acción y Análisis Científico celebrado en Cartagena (Colombia). Fue a partir de este encuentro cuando comenzó el desarrollo de la IAP como una metodología de investigación participativa, transformadora y comprometida con la práxis popular. Ahora bien, aunque el carácter participativo estaba implícito en esas formulaciones, parece que no fue hasta mediados de los 80 cuando al concepto investigación-acción se le añade el de "participación" y se utiliza claramente el término IAP.
La IAP ha contribuido al desarrollo de diversos enfoques y corrientes que, a su vez, también le han enriquecido a ella. A pesar de sus diferencias, su característica común es la preocupación sobre la utilidad de la investigación para la mejora de la realidad, y entre ellos destacan: los movimientos de renovación pedagógica, los movimientos de educación popular, las nuevas concepciones de la educación, o los movimientos de intervención comunitaria.
Una de sus principales contribuciones fue la realizada al desarrollo de los movimientos populares de los años 80. La IAP comenzó a ser utilizada no sólo para analizar problemas a pequeña escala en zonas rurales, sino también otros más complejos como los problemas urbanos y regionales, la salud pública o la historia del pueblo.
En el campo de la cooperación para el desarrollo, las técnicas de la IAP han sido aplicadas con éxito por ONG y otras agencias en campos como el cooperativismo, la extensión agraria y la educación de adultos. En este sentido, es importante destacar que la IAP es uno de los métodos que han servido de base a la aparición y desarrollo de otras metodologías participativas que cuentan con un creciente uso en el campo de la cooperación, como son el diagnóstico rural participativo y el conjunto de los enfoques participativos.
En los años 90, ha continuado utilizándose en el Norte en el campo de la educación y de la intervención social con grupos de barrio, inmigrantes, enfermos de SIDA, etc. Y, en el Sur, en muy diversos proyectos que van desde el desarrollo local y la alfabetización, hasta la gestión colectiva de ciencias hidrológicas. En todos esos ámbitos la IAP ha seguido proporcionando explicaciones de la realidad en clave colectiva y sirviendo como herramienta de acción transformadora. M. E. y N. Z.
Aquella propuesta de "investigar la realidad para transformarla" por la praxis, que algunos articulamos en la década de 1970 en países del Tercer Mundo, ha empezado a institucionalizarse. ¿Es esto avance o retroceso? Todavía no podemos contestar la pregunta, excepto para observar que se ha cumplido la etapa inicial de la implantación y difusión de aquella idea, proceso quizás inevitable cuando la idea demuestra su bondad, así se pierdan un poco sus aristas de nacimiento.
No sobra rememorar las principales razones que tuvimos al sembrar aquella semilla de rebelión intelectual como búsqueda alterna en nuestros países. Un propósito fue protestar contra la castrante y fútil rutina universitaria, colonizada por la cultura del Occidente euroamericano, con una subordinación tal que no nos permitía descubrir ni valorar nuestras propias realidades; ello nos hizo trabajar de manera independiente y fuera de los claustros, lo cual, en balance, todavía nos parece positivo. Otra razón, algo quijotesca y más utópica, fue la de corregir entuertos para mejorar la forma y el fondo de nuestras sociedades en crisis, combatiendo sus injusticias y buscando erradicar la pobreza y otras plagas socioeconómicas producidas por los sistemas dominantes. Lucha dura, cruel ya veces peligrosa, que en verdad no ha terminado, aunque puedan verse hoy los atisbos de un nuevo horizonte y de otro mundo, quizás más aceptable que el que sufrimos en mi generación.
Describamos, pues, la situación contemporánea de la Investigación Acción Participación (IAP), por lo menos en sus expresiones principales como se presentaron en el 8º Congreso Mundial de Cartagena, en 1997. Al vencer las viejas dudas de académicos y funcionarios, se calcula que la IAPse enseña y/o practica hoy en por lo menos 2.500 universidades de 61 países. La cooptación del método participativo es aún mayor, demostrable al recordar que ha llegado hasta el Banco Mundial y las Naciones Unidas, y que se ha convertido en factor central de planes de gobierno, muchas veces visto como alternativa al concepto de "desarrollo económico y social" que ha ido de crisis en crisis desde hace tiempo.
Tales avances también se expresan en el auspicio y en la continuidad de los congresos mundiales sobre la materia, que se han realizado a partir del de Cartagena (Colombia) en 1977. Ha habido diez congresos mundiales, el último en la Universidad de Pretoria (Suráfrica) en el año 2003. El próximo será un congreso doble y simultáneo en Holanda y México, el año entrante. A partir del tercer congreso en Calgary (Canadá), los sitios de encuentro han sido en campos académicos. Ahora hay muchas universidades que aceptan tesis de grado sobre temas de IAP y en algunas, como en Ithaca, Uppsala, Bath y Melbourne, se han instituido como programas de postgrado.
El núcleo disciplinario principal de la IAP ha sido sociológico-antropológico, pero se ha extendido su empleo y su filosofía a las disciplinas más diversas, tales como Agronomía y Veterinaria, Medicina y Enfermería, Odontología, Ingeniería, Administración de Procesos, Educación, Trabajo Social. Derecho, Economía, Historia, Pintura y Música, Periodismo y Comunicación, Literatura y Etnomatemáticas.
¿Ha habido avances teórico-prácticos en esta impresionante expansión institucional de treinta años? En mi opinión, sí. y conviene enfatizar que lo alcanzado en este campo ha sido, con claridad, construido sobre las bases generales propuestas en el Primer Congreso de 1977, a saber:
1. Búsqueda de una ciencia/conocimiento interdisciplinario centrado en realidades, contextos y problemas propios, como los de los trópicos y subtrópicos.2. Construcción de una ciencia/conocimiento útil y al servicio de los pueblos de base, buscando liberarlos de situaciones de explotación, opresión y sumisión.3. Construcción de técnicas que faciliten la búsqueda del conocimiento en forma colectiva, la recuperación crítica de la historia y la cultura de pueblos raizales u originarios y otros grupos, y la devolución sistemática y fácil de entender para la gente del común del conocimiento así adquirido.
4. Búsqueda mutuamente respetuosa de la suma de saberes entre el conocimiento académico formal y la sabiduría informal y/o experiencia popular.5. Transformación de la personalidad/cultura del investigador participante para enfatizar su vivencia personal y compromiso moral e ideológico con las luchas por el cambio radical de las sociedades.
Estas bases fueron, en general producto del ritmo reflexión-acción y de la experiencia de investigadores activos conscientes de los problemas de pobreza y explotación en sus países, así del Sur como del Norte del mundo.
La Investigación - Acción – Participación, Es un enfoque investigativo y una metodología de investigación, aplicada a estudios sobre realidades humanas.
Nace en los años 70, con base en la orientación sociológica de la teoría de la dependencia - Liberación, orientación que fue siendo asumida por las ciencias humanas, las ciencias de la educación, la pastoral y la misma teología.
La investigación y la ciencia deben estar al servicio de la colectividad; busca ayudarle a resolver sus problemas y necesidades y ayudar a planificar su vida.
La comisión de seguimiento, Se trata de una comisión que reúne a todas las entidades potencialmente interesadas en debatir el proyecto en cada una de sus etapas.
El Grupo de investigación-acción-participativa (GIAP), se trata de un grupo mixto formado por el equipo investigador y vecinos de la comunidad que tiene por objetivo participar de forma activa en el proceso.
El método de la investigación-acción participación (IAP) combina dos procesos, el de conocer y el de actuar, implicando en ambos a la población cuya realidad se aborda.
La finalidad de la IAP es cambiar la realidad y afrontar los problemas de una población a partir de sus recursos y participación.
http://amauta-international.com/iap.html
http://www.cimas.eurosur.org/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Metodologias&id=3
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/132
http://josejavierleon.blog.com.es/2009/08/09/investigacion-accion-participativa-6685948/

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