jueves, 20 de febrero de 2014

SOCIALIZACION DEL PROYECTO “PRINCIPIOS, VALORES Y ACTITUDES” MUNICIPIO JAUREGUI

SOCIALIZACION DEL PROYECTO “PRINCIPIOS, VALORES Y ACTITUDES” MUNICIPIO JAUREGUI

INTERVENCIÓN DEL PADRE URBINA
El martes 18 de febrero de 2014, se llevo a cabo un encuentro en el Salón Parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, donde asistió personal docente del Municipio Jáuregui; el encuentro estuvo presidido por el Lcdo. Yosmen Gil, representante de la Zona Educativa Táchira, quien socializó temas de gran interés en el ámbito educativo, resaltando la importancia de enfatizar y reforzar los valores desde la escuela y el hogar. En la jornada se presentó un proyecto de gran relevancia titulado “Principios, Valores y Actitudes”. También se contó con la intervención del Párroco de dicha iglesia, el Padre Luis Humberto Urbina quien resaltó que la escuela es un templo de bien y conciencia, el maestro debe tener una profunda vocación de servicio y la importancia de dar espacio a la sabiduría de Dios en nuestra labor.

REPRESENTANTE DE ZONA EDUCATIVA TACHIRA
La jornada estuvo impregnada de armonía y dinamismo, donde se socializaron tópicos inherentes a la  formación  de  valores  y  actitudes, lo cual ha  sido  una  de  las  finalidades  principales  de  la  educación  venezolana, obedeciendo  a  la  necesidad  no  sólo  de  promover conocimientos  significativos, sino  también  a la de formar a  los  ciudadanos  del  mañana. Infaliblemente, la  formación  de  valores  es  compromiso  compartido  de  la  sociedad, la  familia  y  la  escuela; es  decir  no  es  tarea  exclusiva  de  la  institución, pero  es  necesario  reconocer que la  influencia  de  la  escuela  en  este  espacio  es  muy  importante y que  es  posible  mejorarla  radicalmente  si  los  profesores  cuentan  con  los  recursos  necesarios  para  intervenir  explícitamente  en  la  formación  moral  y  ética  de  los y las estudiantes durante  todo el  proceso de  enseñanza y aprendizaje. Considerando  lo  antes expuesto, los niños aprenden con el ejemplo, por lo tanto enseñar a los niños y niñas los valores, implica un compromiso personal. Es necesario dar el ejemplo con actos y palabras para que éstos los asimilen, los imiten, los entiendan y los vivan. Por  tanto  la enseñanza de los valores se inicia en el hogar, promovida por el ser y el hacer de los padres y otros adultos significativos; más tarde, en la escuela estos valores deberán ser ampliados y fortalecidos.

Por ello para desarrollar el proyecto “Principios, Valores y Actitudes” no solamente se hace necesario mencionar lo que son y cómo se debería vivir, será más relevante vivenciarlos, y siendo educadores fomentarlos en la escuela; pero no como una mera obligación, si no como una forma de vida, la cual permita a los estudiantes conducirse de acuerdo a ellos no únicamente dentro de la escuela, sino de forma permanente en su vida cotidiana. La  función  de  la  escuela  en  la  formación  de  valores  es  por  supuesto  limitada; nunca  podrá  sustituir  las  responsabilidades  de  la  familia, pero  su  contribución  es  importante  porque  puede  apoyar  este  aspecto  de  la  educación  de  una  manera  sistemática  y  permanente, y  además  cuenta  con  muy  valiosos recursos  para  ello; para  formar  los  valores  deseables, la  escuela  debe  en  primer  lugar funcionar  como  una  verdadera  comunidad, cuyos  valores  estén  presentes  en  su  ambiente  y  organización  y  sobre  todo  en  las  personas  que  la  dirigen  y  la  integran. De allí, que el proyecto también plantea tres líneas de operacionalización: Escuelas para Padres; Jornadas de Vida para todo el personal que labore en la institución y Encuentros con los y las estudiantes.

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